Marco legal

Después de hablar con el Caporal responsable de los “Mossos d’Esquadra” de Igualada, sabemos que todo consumo de drogas está penalizado, en mayor o menor grado, dependiendo de si ésta es consumida dentro de un domicilio privado (consumo propio) o bien en la vía pública.

En el primer caso, la policía no puede sancionar al consumidor por drogarse dentro del recinto. Ahora bien, en el momento en el que se cultiva una plantación, se tienen que tener en cuenta los límites legales, porque cuando se sobrepasan, la ley actúa. Es decir, los agentes pueden entrar en la vivienda, siempre, bajo permiso previo de un juez. Eso sí, no pueden entrar directamente, sino que tienen que llamar a la puerta para avisar y esperar a que abran. Si no es así, podrán emplear la fuerza. Entonces, se les aplicará una multa dependiendo del grado de ilegalidad sobrepasado, pero que suele ser de más de 300€.

Algo más grave, es cuando el consumo o la venda de dichas sustancias se realiza en la vía pública. Aquí, como muy bien nos informó el Caporal García ( ocultamos su verdadero nombre para preservar su identidad ) , hay varios tipos de sanciones: la Administrativa y la Penal. La primera se aplica sobre el consumidor, dependiendo de si éste está comprando o drogándose.
Si está adquiriendo sustancias de un traficante y un agente le retiene, se le impondrá una multa, y tras un análisis del compuesto en un laboratorio deberá comparecer en el juzgado y declarar. Si directamente la persona se está drogando y es descubierto, los policías le cachearán sin distinciones de edad, eso sí, el sexo del individuo es importante, ya que el del agente deberá coincidir con el del detenido. En este caso también se aplicará una multa tras rellenar este folleto. Cuando el policía encuentra a un grupo consumiendo droga la multa será compartida.
El delito Penal se aplicará solo al vendedor y éste probablemente irá a la cárcel dependiendo de lo que determine un juez imparcial. La sanción variará según el lugar donde se haya producido la venta; Como bien nos señaló el Caporal, no es lo mismo traficar en un colegio, que en medio de un descampado.
La penalización de todas estas infracciones varía según la edad del detenido. A los menores de 14 años los protege la ley del menor, de 14 a 18 años también los protege dicha ley aunque cabe la posibilidad de que vayan a un reformatorio. Para los mayores de edad se les juzgará bajo pena de prisión.
A pesar de todas estas sanciones, también cabe destacar que la venda de la semilla de marihuana no está considerada ilegal ya que esta planta no contiene droga hasta que es cogollo. De la misma manera, vale la pena señalar la existencia de libros y páginas web , donde te explican cómo cosechar marihuana, a qué temperatura debe estar la planta, diferenciar entre semillas de exterior e interior, etc. y tampoco está sancionado por la ley.
El Caporal nos señaló la importancia de saber que los traficantes, normalmente, intentan "enganchar" a sus compradores, aunque tengan que regalarles la primera consumición, pues así se aseguran la clientela. Con este negocio, todo "camello" hace mucho dinero, aunque al ser dinero negro la compra de muchas propiedades se enmarca en la ilegalidad y de esta forma blanquan el dinero conseguido mediante sus triquiñuelas .
A los vendedores de dichas sustancias los podemos encontrar en varios sitios públicos como discotecas, pubs, etc. donde la policía no suele entrar, aunque en algunos casos acuden como paisanos, como nos comentó el Caporal de los Mossos. Si éstos descubren contrabando dentro del local pueden llegar a cerrarlo, ya que los dueños de éste tienen la obligación de tener una seguridad privada.
En los barrios donde se localizan los principales núcleos de elaboración de droga se suele encontrar el personaje de aguador en las puertas de los establecimientos donde se elaboran las diferentes sustancias. Éste suele avisar a los fabricantes mandándoles señales ya sea cantando, chillando… entonces los que están con las drogas, les echan salfumán para destruir su composición. El Caporal García afirmó que aunque estos personajes suelen ser conocidos por los policías, éstos no pueden hacer nada por detenerlos.